lunes, 19 de marzo de 2012

REFLEXIÓN SOBRE LA MEDIACIÓN DE CONFLICTOS

La profesora Vera ha sido quien ha dirigido la clase del jueves 15 de marzo. De todo lo que tratemos en ella, nos ha pedido que reflexionemos y anotemos nuestras impresiones en el blog. El tema central del debate se ha centrado en la mediación de conflictos en el aula, por lo tanto también deberemos anotar un ejemplo sobre cómo proceder en un conflicto pero en el contexto del aula infantil.

Sobre el vídeo de mediación he tomado algunas ideas, conceptos y pasos sobre los que debe basarse y guiarse una mediación de calidad. En el visionado he creído ver el modelo de solución “relacional – integrado”, puesto que dan trascendencia al acto de conciliación dentro del centro escolar y no solo queda la intención de parte de las dos partes que componen el conflicto.

Es importante saber las funciones y las limitaciones de un buen mediador: Los mediadores no son jueces, ni son árbitros, ni dan su opinión; se encargan de regular imparcialmente el proceso para que las partes lleguen a un acuerdo. Por supuesto las partes deben de querer solucionar el conflicto, es decir, debe haber intencionalidad. También señalar como factor importante la privacidad del acto para un buen acercamiento y confianza entre todas las partes.

Además de las características que debe cumplir un buen mediador, también el proceso de mediación debe seguir una serie de pasos que, gradualmente, avanzan y profundizan en el problema a la par que estructuran la mediación:

1) Premediación: Crea las condiciones y normas sobre las que se sustentará la mediación. Deberán ser aceptaras por todas las partes.

2) Presentación del problema: Genera confianza y presenta el proceso.

3) Diálogo entre las partes.

4) Aclarar el problema, los nudos del mismo.

5) Se proponen soluciones, alternativas u opciones de arreglo.

6) Por último, se redacta un acuerdo que firmarán con el compromiso adquirido en la mediación.

7) Se hará seguimiento del conflicto en un tiempo convenido.

De esos tres pasos generales, se desgranan una serie de normas presentes en todos ellos, como son los turnos de palabra, no interrumpirse, controlar el tono de la voz... Todo ello son normas que controlarán el clima de respeto en la mediación. Además es muy importante la escucha activa por parte de todos los miembros presentes en la mediación, ya que deben esforzarse por comprender aquello que el otro dice (empalizando):

1) Mostrando interés mediante una relación de cordialidad;

2) Clarificando ideas para profundizar y obtener diversos puntos de vista;

3) Parafraseando (decir lo mismo con otras palabras);

4) Resumiendo ideas;

5) Indagar en los sentimientos.

Después de la exposición de la teoría, la profesora Vera abrió el debate donde se plantearon interesantes cuestiones: ¿Es posible hacer una mediación? ¿Se daría en la realidad la situación del video? ¿Se respetaría un acuerdo conseguido con la mediación?

El conflicto más importante que he escuchado en el debate, más importante que respetar el compromiso, es el QUERER RESOLVER EL PROBLEMA. Ha habido comentarios sobre una decadencia en el respeto y la actitud de interés hacia la palabra del compañero que haría imposible si quiera plantearse arreglarlo.

También se ha debatido sobre la libertad o no de la mediación en las aulas o es un mero trámite-tapadera cuya solución recae en un modelo punitivo.

Siempre es la pescadilla que se muerde la cola: El respeto y la falta de interés, el no ver al de al lado como un semejante, como una persona, es lo que genera los conflictos pero también es lo que no deja sanarlos. Hay que trabajar esa actitud para con los demás desde el diálogo, pero sobretodo desde el trabajo cooperativo. Somos todos muy diversos y los roces y malentendidos son normales, pero también debemos comprender que a pesar de nuestra diversidad, somos personas, somos compañeros e incluso amigos fuera de las aulas y querer solventar situaciones problemáticas es el primer paso de convivencia y respeto, además de conseguir un ambiente relajado donde merezca la pena colaborar y seguir aprendiendo de todos.

Vera, tras este debate, nos ha dado un ejemplo suyo sobre cómo podríamos enfocar este sistema de mediación en un aula infantil, futuro contexto nuestro. Nos ha recordado que resolver los conflictos por medio de la mediación, forma parte de la enseñanza (cultura inclusiva, cultura preventiva); por ello, y dado que la enseñanza es estructurada, las situaciones deben de estar planeadas en la práctica del aula día a día.

El ejemplo de mediación sobre un conflicto entre niños y ayudándonos con lo que para ellos es muy importante (el juego, dibujos, vídeos…), ha sido el visionar un capítulo en concreto de Bob Esponja mediante el cual se han transmitido unas normas de conducta al niño. Otro ejemplo ha sido, para los niños más tímidos, es el hablar mediante una muñeca. También se podría mediar mediante cuentos donde sean ellos mismos los protagonistas; incluso canciones infantiles que contengan el mensaje que queramos darles.

Por último, Vera ha formulado una pregunta que tendrá que ver con la clase de mañana viernes: ¿Qué es una escuela inclusiva? ¿Es posible? La respuesta más breve y concisa que se ha dado ha sido “Es una escuela de todos y para todos”, pero se ha terminado por razonar que, pese a que es lo correcto y lo ideal, una escuela inclusiva no se da en España de forma habitual, ya sea por prejuicios, por falta de formación del profesorado, falta de medios económicos (instalaciones, más profesorado)… O por todo a la vez.

En la hora del viernes, hemos tenido la oportunidad de visionar (aunque no completo), cómo es la escuela donde ha trabajado Vera en Brasil y donde nos han relatado la oportunidad que han tenido de trabajar en una escuela inclusiva en un país donde la educación no es una prioridad gubernamental. Es importante destacar una conclusión que nos ha dado Vera, y es que “La educación inclusiva debe contar con la colaboración de expertos en la materia en el aula”. La escuela inclusiva funciona, el aprendizaje colaborativo funciona… Pero no se invierte lo suficiente como para que se lleve a cabo de forma normalizada.

La conclusión final que obtengo de estas dos sesiones parece obvia, pero es relevante y compleja, puesto que la motivación es fundamental y conlleva un trabajo personal constante y continuo: Para conseguir algo el primer paso es QUERERLO, se deben de tener ganas de intentarlo, de proyectar nuestras metas, de querer saber más sobre el mundo, sobre nosotros, sobre nuestros compañeros; que los miedos o prejuicios no impidan que avancemos en nuestro conocimiento, ¡debemos alimentar nuestras GANAS DE QUERER HACER!

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