Para tratar este tema hemos visto un vídeo de unos adolescentes, Juanjo y Alberto, que se pelean por unas amigas con las que uno de ellos tontea. Estos alumnos han acudido voluntariamente al servicio escolar de mediación porque no pueden continuar con este tema. En este caso, los mediadores son dos alumnos ajenos al conflicto y que les ayudarán a solucionarlo de una manera equitativa para ambos. Lo principal es que no serán ni jueces ni árbitros del conflicto y además no se posicionarán a favor o en contra de alguna de las partes pero lo que si harán será tomar notas para llegar a una buena solución pero después las romperán ya que es totalmente confidencial.
Por turnos y con total respeto por el compañero, cada alumno dirá lo que le ha molestado del problema tanto por su parte como por la otra y después intentarán posicionarse en el lugar de la otra persona y cómo se han sentido. Finalmente, se propondrán soluciones para las dos partes y se comprometerán a cumplir lo prometido firmando un acuerdo común.
Para llevar a cabo una mediación escolar se tienen que seguir unos pasos fundamentales, vamos a verlos:
a. Los mediadores deben explicar lo más claramente posible a los alumnos las reglas que se comprometen a cumplir durante la conversación (respetar el turno de palabra, no insultar, mostrar interés por solucionar el problema...)
b. Diálogo: cada uno contará su versión de la historia y su punto de vista, siempre aceptando las distintas opiniones y dejando a un lado el debate que puede generar este punto.
c. Los mediadores ahondan más en el tema, haciendo preguntas personales y sentimentales. Además cada parte intenta ponerse en el lugar del otro.
d. Búsqueda de una solución: después de saber qué es lo que ha molestado a la otra parte, ya se puede buscar una solución que convenga a ambas.
e. Redacción del acuerdo: tras la búsqueda de soluciones hay que redactar un acuerdo con el compromiso de las partes y después se firmará con la esperanza de que se cumpla.
f. Seguimiento: pasado un mes, más o menos, se debe llevar a cabo otra reunión para ver el progreso (positivo o negativo) del conflicto y, si es necesario, volver a repetir los pasos anteriores.
Además de las partes implicadas, los mediadores son fundamentales en este tipo de resolución. El caso es que no cualquiera puede ser mediador ya que es un proceso complejo que requiere una serie de características y habilidades a cumplir. Los mediadores deben saber escuchar activamente para hacer aclaraciones o preguntas más precisas, deben esforzarse en comprender lo que los alumnos dicen, la relación con los alumnos debe ser cordial y cercana para que todos se sientan cómodos, es muy importante que parafraseen y resuman la información dada por los alumnos a la vez que indagan y reflejan los sentimientos expresados.
En mi opinión y basándome en lo que hemos visto en clase, me parece que la mediación de conflictos es necesaria para crear un clima educativo que propicie una buena relación entre todos los implicados. Por mi experiencia nunca he podido solucionar los problemas con una mediación sino que siempre que se producía un conflicto alguna de las partes recibía un castigo (casi siempre un parte de conducta que derivaba en expulsión), pero me parece que los conflictos siempre se pueden solucionar con el diálogo y con ayuda de profesionales que faciliten la interacción. Este tipo de solución implica un gran esfuerzo por parte de mediadores pero también por parte de los implicados ya que cuando estas enfadada con alguien lo que menos te apetece es estar en una misma sala con esa persona, por eso es importante la madurez.
En cuanto a la solución de conflictos en Educación Infantil cabe destacar que no es igual que la expuesta anteriormente pero los pasos a seguir son los mismos y las normas que se deben adoptar en todo el proceso serán las mismas: respetar el turno de palabra y al compañero, no insultar, participar con ganas...Para captar la atención de los niños y que colaboren con nosotros deberemos hablar con ellos de una forma amena e intentar que ellos se diviertan con el proceso, que no sea un simple trámite por el que deban pasar.
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